Es un hecho que mínimo conoces a tres personas que están enfermas ¡Es mucho! Y parece ser que cada vez te enteras de más. ¿Cómo protegerte de un mundo lleno de virus, bacterias e infecciones? La clave esta en sanar tu microbioma humano.

El microbioma humano es nuestro eco-sistema interno, que habita principalmente en nuestro colón. Y últimamente lo hemos dejado de regar. Nuestro eco-sistema esta hecho a base de bacterias benéficas y bacterias maléficas. El objetivo es que proliferen las benéficas ya que estás convierten a nuestro sistema inmunológico en Superman. Como dice el Dr. William Cole experto en el tema del microbioma “El 80% de tu sistema inmune reside en tus intestinos, no es sorpresa que un microbioma dañado es ya una pre-condición para un problema de auto-inmunidad”.

El kriptonita de nuestro microbioma ha sido nuestros hábitos alimenticios; la vida sedentaria; la fármaco-dependencia; el exceso de estrés; la contaminación del medio ambiente y la incapacidad de decir que no. A que me refiero con esta última al miedo a poner límites y respetar lo que tu cuerpo necesita y no lo que necesitan otras personas.

Independientemente de que todo nuestro alrededor merme la proliferación de bacterias buenas existen cambios que podemos hacer para que que nuestras bacterias buenas no entren en extinción y así ayudar al sistema inmunológico a crear una pared troyana invencible. Aquí las 3 acciones que puedes incorporar a tu día a día para fortalecer tus defensas:

1.     Agrega dos tazas de pre-bióticos a tus platillos.

·      Los pre-bióticos, a diferencia de pro-bióticos, es fibra natural que encontramos en la naturaleza como espinacas, kale, brócoli, espárragos, alcachofa, jicama, coles de Bruselas, cebollas. En sí las verduras y las frutas están llenas de pre-bióticos que es la alimentación principal de las bacterias buenas para que estas se multipliquen y estén saludables. Busca mínimo consumir entre 50 a 100 gramos de fibra natural diaria. No cuenta suplementos convencionales que juran ayudarte. Vete siempre por el alimento entero.

2.     Agrega mínimo de 1 a 2 alimentos fermentados a tu día.

·      La alimentación fermentada contiene pro-bióticos naturales que son bacterias vivas que contribuyen al equilibro de la flora intestinal y aparte fortalecen el sistema inmunológico. Justo la palabra pro-biótico es una palabra de origen griego que significa pro-vida. Unos ejemplos de alimentos con pro-bióticos son   Kombucha, miso, sauerkraut, verduras fermentadas, vinagre de cidra de manzana, kéfir.

·      Si no encuentras mucha comida fermentada cerca de ti procura consumir un pro-biótico en forma de suplemento en ayunas o después de cenar que contenga bacterias llamadas lactobacillus acidophilus y bifidobacterium bifidum en sus ingredientes.

3.     Evita antibióticos y medicinas lo más que puedas al menos que ya sea muy necesario.

·      Son los killers número uno de bacterias buenas. De hecho anti-bióticos significa anti-vida. Claro por que matan bacterias malas pero también se llevan de encuentro a las buenas.  Es muy fácil tomarse una pastilla y por eso es aún más fácil destruir tu eco-sistema. Hazte la siguiente pregunta quienes de tus personas cercanas son las que más se enferman ¿las que siempre están tomando medicinas o las que nunca toman? ¡Exacto!

·      En caso de que consumir antibióticos a fuerza procura acompáñarlos con un pro-biótico en forma de suplemento o incluye tu alimentación fermentada como una regla.

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Gracias por leerme. Mi objetivo es darte información práctica, divertida y fácil de leer para que paso a paso logres tus objetivos de salud. Si te gusta comparte este artículo y si tienes dudas házmelo saber en comentarios o a mi correo y con gusto te ayudo.

 

 

 

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